jueves, 28 de febrero de 2008

Ayer, volviendo en cercanías Renfe, estaba sentada en un banco de hierro viendo pasar pequeños ratoncitos por la vía del tren.

Son curiosas las estaciones de tren. Me paré a pensar en la de gente que PASA a todas horas por allí. No puedo evitar pensar en lo diferentes que somos. Miraba a mi alrededor y observaba a todo el mundo. ¿A qué se dedica cada uno de ellos? ¿Qué tipo de vida llevan? ¿Serán felices?

Todos ayer en la estación, estábamos en la misma situación, esperando nuestro tren. Un tren que con un objetivo nos lleva cada uno a su destino.

2 comentarios:

ivanmunozfuentes dijo...

Si te fijas en pequeños detalles, podras adivinar muchas cosas sobre las vidas de esas personas anónimas.
Empieza a montarte una historia imaginaria sobre alguna de ellos y contrastala con algo que te llame la atencion de él/ella.
Y lo mejor de todo, es gratis :)

Lidia dijo...

Tienes razón, no hay nada como la imaginación. Te traslada cómo y hacia dónde tu quieres.
La semana que viene lo probaré
!! jeje