miércoles, 20 de febrero de 2008
La amistad, no es una cajita de cristal
que se rompa en un abrir y cerrar de ojos.

Una buena amistad, dura y perecedera,
aguanta cosas increibles.
Cosas que para una amistad
se convierten en minutas
para fortalecer esa unión, ese consuelo,
ese amor y ese respeto.

La amistad entiende y comprende,
ayuda y abraza,
ama y quiere.
Daña para protejer,
enferma para curar,
y apena para alegrar.

Las buenas amistades puede ser el motor de tu VIDA.
Es una de las coas más bellas que el ser humano es capaz de poseer.

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