miércoles, 23 de enero de 2008
Ayayayayayayay mis Coriteles...
Cuando en un sitio estás rodeado de gente que te llena,
que aprecias, con la que compartes y a la que quieres,
todo lo demás no importa.
Puedes estár agotado y al borde de un ataque,
perdiendo tu vida social e incluso con un malestar genérico.
Pero no importa de veras.
Si te has de quedar porque el de tu lado lo necesita,
te quedas super contento,
feliz de ayudarlo y con un optimismo inaudito.
Incluso unas pizzas a las 23:00h en plena oficina para cenar son un regalo.
Te muestras completamente ciego,
te niegas a aceptar la realidad,
estás sumido en una cómoda, pero incómoda situación.
Quizás va siendo hora de un cambio...

0 comentarios: