martes, 11 de noviembre de 2008

Recuerdas entrañablemente
actividades pasadas
que te devuelven a la infancia.
El sonido de las ruedas sobre el cemento helado
de las noches de invierno
en el patio del colegio.
El empeño de superación
que hace que el esfuerzo
sea una minuta de dolor.
El sentimiento de la música
que te hace patinar
con elegancia y estilo.
Sensaciones que te calan de tal manera,
que ni unas orejeras ni unos guantes
son suficientes para combatir
esos pelos de punta
que los giros te hacen sentir.
La sensación de entrenar
para luchar por una medalla,
no es tan grande
como sentir el desliz
de los patines por la pista,
evadiéndote de todo
y sientiendote mas vivo que nunca.
Ais!!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Lidia!!!! invierno es sin HHHHHHH!!!! jejejejej
saludos
Marina

Lidia dijo...

JAJAJAJAJAJAJA ya decía yo, que se veía raro escrito!!!! Gracias xiketa!!!

Natalie dijo...

Por un momento te he visto rollo Barbie patinadora :-P

Lidia dijo...

Hubo un día que lo fui, jejejeje. Qué tiempos aquellos!!