miércoles, 24 de septiembre de 2008
Males que florecen
sin preaviso.
Sin poderte esconder
te acuden.
No los has pedido,
pero se te entregan
en una bandeja de plata
que sin valor ninguno
desearías devolver,
sin pensar en lo que podrías haber sacado.
Porque lo que pretendes realmente,
no es más que rescatar tu salud.
Increíble pensar,
que precisamente donde tu mal acude,
es de donde todo se puede curar.
jejejejeje Ilógico, no?

2 comentarios:

Natalie dijo...

el talón de Parras!!

Lidia dijo...

jajajajajajjajajajaja